Desde un tiempo a esta parte, más o menos el último año, las noticias sobre la marihuana no han dejado de aumentar. Esto se debe a que la legislación de multitud de países ha entrado en una corriente aperturista en cuanto al uso y consumo de esta verde sustancia. Pero ¿por qué? ¿Qué ha llevado a estos países a cambiar sus leyes? ¿Qué está cambiando?
La clave del éxito la encontramos en el mundo de la investigación, y más concretamente en el médico. Los estudios y pruebas realizados a lo largo de todo el mundo acreditan que la marihuana tiene un uso terapéutico para multitud de enfermedades, que aumentan la calidad de vida de los pacientes y les ayudan a reducir la ingesta de medicamentos o sobrellevar mejor su tratamiento.
Estos estudios dan un nuevo enfoque al tratamiento de la marihuana. Ya no es tratada como una sustancia recreativa, sino como un elemento paliativo dentro de un tratamiento. Este nuevo punto de vista, más serio y riguroso, ha servido para que pacientes de todo el mundo hayan hecho fuerza en que las leyes de sus países reconozcan estos beneficios, y puedan obtener el mejor tratamiento disponible.
Y algo debe tener esta planta, porque en los lugares donde se ha implantado su uso y se permite su consumo, los pacientes recurren al tratamiento y lo mantienen. Hay que recalcar que cuando se opta por incluir marihuana como uso terapéutico, siempre se hace contando con la aprobación de nuestro médico, que es el que autoriza y valida su utilización. La automedicación es un riesgo que corremos, ya que también está demostrado que la marihuana puede interferir con otros medicamentos, anulando o alterando su efecto. La marihuana no es inocua, y debemos tratarla como tal.
Con este contexto podemos empezar a asegurar que la marihuana, en un encuadre adecuado de legislación y consumo, es un medicamento que afecta positivamente a los pacientes de determinadas enfermedades. Al ser un elemento seguro utilizado de forma responsable (como cualquier otro medicamento) se convierte en un valor. Por eso en EE.UU o Canadá sigue su imparable ascenso. Y por eso esperamos que esta ola aperturista afecte por fin a España.
Afrontémoslo, a nivel de negocio algo funciona cuando se dan unas condiciones seguras para explotarlo económicamente, y eso es lo que ha ocurrido con la marihuana. Una vez conseguido el marco regulatorio, propiciado por la llegada de la rigurosidad de los estudios que avalan sus beneficios, solo queda que poco a poco se vaya generalizando su uso. Esto, unido a un cambio paulatino de la connotación de la marihuana a nivel social, hará que con el tiempo la veamos con otros ojos. Tiempo al tiempo.