Vapor de Marihuana

Especies cannábicas

Cannabis sativa e índica

Las horas de luz y oscuridad que recibe la planta de marihuana son claves en su crecimiento y  floración, tanto que determina las tres variedades principales de Cannabis sativa. La latitud de origen marca las diferencias:

Cannabis sativa subsp. sativa: se originó en Asia (sur de la India y Tailandia). Crece en lugares cálidos donde el invierno no llega nunca, o lo hace tarde en diciembre, y es por eso que florecen y se cosechan tan tarde. Crece entonces en las zonas ecuatoriales y tropicales entre los 0 y 30 grados de latitud, (en España crece de lujo en las Canarias). Son muy resistentes y, por la cantidad de sol que reciben, crecen mucho y alto (sobrepasando los 3 metros). Despliega ramas largas con amplios espacios entre sus nudos y sus hojas son grandes, de foliolos largos y estrechos. Las flores… ¡qué flores! Suelen ser aromáticas y frutales, muy productivas si la planta tiene espacio y se abona bien. Pero lo mejor es su fuerte efecto cerebral y estimulante, casi psicotrópico debido a su alto contenido en THC.

Cannabis sativa subsp. indica: crece entorno a los 35 grados de latitud y proviene originalmente de la cordillera del Hindu Kush y Tíbet. Abunda desde el norte de África hasta Pakistán. Suelen ser pequeñas (de 1 a 2 metros) pero muy anchas y frondosas tipo arbusto (y por lo tanto muy productivas). Las hojas grandes presentan entre 5 y 9 anchos foliolos. Tienen un crecimiento muy rápido, tanto como su floración, pues en septiembre ya estás cosechando. Los densos cogollos que crecen a lo largo de toda la planta desprenden un intenso olor que puede llegar a ser hasta desagradable. Han sido seleccionadas durante generaciones para producir la máxima cantidad de resina para la producción de hachís. El efecto sedante y narcótico hacen de esta planta una excelente variedad para su uso medicinal.

Cannabis sativa subsp. ruderalis: crece en el norte, por encima de los 40 grados de latitud, y es original de Siberia y norte de Kazajstán. Es de muy baja estatura (entre 30 y 80 cm). Tiene pocas ramas y, por si fuera poco, la presencia de cannabinoides THC y CBD es casi nula. Sin embargo, todo esto lo compensa con un maravilloso don: tiene el periodo de floración más corto (el gen de la autofloración), lo que en estos últimos años han aprovechado los grandes bancos de semillas para crear sus autoflorecientes, cruzando esta especie con variedades índicas o sativas de mayor psicoactividad han creado variedades con un periodo de crecimiento y floración muy cortos (en 8 semanas tienes una cosecha), fotoindependientes y con un alto contenido en THC.

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